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lunes, 9 de enero de 2023

Reseña del libro: Las escuelas que cambian el mundo - César Bona

    César Bona elige este título ("Escuelas que cambian el mundo") para el libro porque es un resumen claro, conciso e interesante sobre la obra ya que en el libro explica que las escuelas son el mejor modo para cambiar la sociedad y por ende el mundo.

    Bona introduce a los lectores con la afirmación de que otra forma de educar a la tradicional es posible de conseguir. Bona expone siete ejemplos de escuelas, de ciudades y pueblos de distintas comunidades de España; con cosas en común y con algunas diferencias.

    En estos siete capítulos del libro, se explican los diferentes tipos de centros escolares, con proyectos donde el respeto, la creatividad, la motivación, el trabajo en equipo, la curiosidad y la empatía con la sociedad son fundamentales para la formación como buenas personas y para realizar una educación de calidad o real.

    El factor común de estas escuelas según César Bona se encuentra en entender la educación como el primer paso para crear los agentes de cambio en la sociedad, los niños.

    En cuanto a la conclusión general que extraigo de este libro es que hay muchos tipos de enseñanza y que no hay solo uno correcto y bueno. Los métodos de enseñanza son muy diversos y dependen de muchas variables, pero la más importante son los niños, el método ha de adaptarse a los alumnos ya que son ellos quienes aprenderán.

    En cuanto a la educación, extraigo un concepto muy simple y a la vez complejo, porque la educación es la que cambia la sociedad, pero la sociedad ha de realizar un cambio y renovación en cuanto a la educación para que se produzca esta mejora. El cambio no debe de dar miedo ya que eso nos limitará a la hora de progresar.

Carmen Mendoza García 

3ºB Educación Primaria

Gmail: Carmgar02@gmail.com

Imagen: La casa del libro

martes, 3 de abril de 2018

Reseña: Inclusión y exclusión educativa. De nuevo "Voz y Quebranto". Gerardo Echeita


El artículo de Gerardo Echeita plantea una serie de ideas que fomentan el análisis y la reflexión sobre diferentes aspectos relacionados con el proceso de inclusión educativa, realizando un contraste con los procesos de exclusión educativa y social que arroja luz y claridad a la hora de comprender ambos conceptos.

Así, el autor manifiesta que el estado de los sistemas educativos de los países con mayores recursos económicos se puede equiparar y comparar con la educación de aquellos países que cuentan con una menor riqueza y escasos recursos económicos. A pesar de la diferencia social y económica de estos contextos, en ambos sistemas educativos existen alumnos y alumnas en riesgo de exclusión social que experimentan graves situaciones de pobreza y marginación; los cuales ven truncado su derecho a la educación y su oportunidad de escapar del círculo de reproducción de la desigualdad. Se trata del caso de nuestro país, que a pesar de contar con mayores recursos económicos que las zonas más pobres de África, mantiene el esquema de desventaja y desigualdad que condena a una amplia parte de la población infantil a la exclusión social. 

De este modo, la exclusión educativa se constituye como la antesala de la exclusión social. Cierta parte del alumnado vive durante su formación académica el cambio por diferentes programas "especiales" creados para compensar sus dificultades o limitaciones escolares, lo que responde a un proceso de exclusión educativa. Así, el sistema educativo introduce a estos alumnos y alumnas en un bucle de exclusión socioeducativa que impedirá su inclusión y su participación activa en la sociedad de forma adecuada. 

De acuerdo con el autor, es necesario abandonar la idea de integración, la cual supone que los alumnos/as deben acomodarse a los patrones establecidos, manteniendo los pilares del sistema y reproduciendo su situación de marginación y exclusión desde el interior del mismo. La inclusión educativa, por su parte, trata de reconocer de forma global los derechos de todos los alumnos y alumnas como estudiantes y ciudadanos/as; independientemente de sus diferencias y diversidades, ofreciéndoles una educación de calidad.

Es necesario que el sistema educativo tome un enfoque diferente que impulse la inclusión de todo el alumnado. Por ello, debemos defender el proyecto de sociedad que deseamos, luchando para reducir la exclusión social y educativa, fomentando una educación y unas prácticas educativas más inclusivas que solucionen la situación de exclusión escolar y social que vivimos en la actualidad. Sin embargo, conseguir una verdadera educación inclusiva es una ardua tarea, que implica considerar una gran diversidad de puntos de vista o enfoques que se complementan entre sí. 

Debemos tener en cuenta que la consecución de un sistema educativo inclusivo no depende únicamente de la escuela. En este proceso intervienen una amplia variedad de procesos interdependientes ajenos a la escuela que inciden e influyen directamente en ella, tales como los procesos socioeconómicos y la realidad económica de la población, la demografía de las áreas en las que la escuela se encuentra, las culturas e historias de la población a la que la escuela atiende o la calidad de la formación del profesorado para hacer frente a la diversidad del alumnado. Por ello, si pretendemos conseguir una educación inclusiva debemos considerar la existencia de una gran diversidad de perspectivas que tratan de explicar la inclusión en el ámbito educativo.

De acuerdo con el autor, la naturaleza de la educación inclusiva posee numerosas paradojas y contradicciones que impiden su fortalecimiento. Aspirar a una educación inclusiva se constituye como una tarea compleja, ya que deseamos ofrecer una educación común para todos, en espacios y contextos comunes; pero personalizada a las diferentes necesidades y características de cada estudiante sin caer en la etiquetación ni discriminación de los alumnos y alumnas. Para ello, Echeita sostiene la importancia del enfoque ecológico de la educación, a través del cual cada comunidad educativa tiene la autonomía de definir y concretar sus acciones para conseguir la inclusión educativa, todo ello supeditado a su contexto, su cultura escolar y sus diversos condicionantes. 

El autor manifiesta la importancia de considerar el valor y los derechos de los estudiantes en riesgo de exclusión o marginación si pretendemos conseguir una educación que verdaderamente sea inclusiva y de calidad para todos los alumnos y alumnas de nuestro sistema educativo. Escuchar la voz y las opiniones que los más débiles tienen al respecto puede contribuir a la participación y al conocimiento de aquello que les afecta y, por tanto, conducir hacia la mejora del sistema educativo.

Desde mi punto de vista, de acuerdo con la opinión del autor, para entender adecuadamente el concepto de educación inclusiva debemos considerar la importancia de los diferentes puntos de vista o enfoques que han desarrollado este concepto; los cuales se complementan entre sí. Así, consideraremos la relevancia que las disciplinas sociológica, filosófica, pedagógica y psicopedagógica poseen en el proceso de equidad e inclusión socioeducativa. Conseguir una educación inclusiva, como hemos podido comprobar a lo largo del artículo, no es una tarea sencilla. Sin embargo, como docentes y como ciudadanos/as debemos luchar para conseguir el reconocimiento de las diversidades y las diferencias de las personas como fuente de enriquecimiento y aprendizaje; y para eliminar de una vez por todas las invisibilidades que las personas marginadas o en riesgo de exclusión viven, atendiendo a su derecho inalienable de convivir con sus iguales y formar parte de un sistema educativo basado en la equidad, la inclusión y el respeto hacia todos sus componentes. 

Belén Torres Martínez
Grado en Maestro/a de Educación Infantil
Atención Educativa a las Dificultades de Aprendizaje (UCLM - 17/18)

viernes, 24 de abril de 2015

Reflexión artículo: "ARQUEOLOGÍA, VIVENCIA Y COMPRENSIÓN DEL PASADO"


El artículo objeto de mi reflexión pone de manifiesto las dificultades actuales para la enseñanza de la historia, basándose en el carácter temporal de la materia y la diferenciación práctica que posee sobre otras que pueden considerarse más tangibles o con conceptos aplicables a la rutina de una clase.

En primer lugar, nos dice que la historia requiere de un ejercicio de abstracción e imaginación para ser comprendida, para después ayudarnos con una serie de técnicas que pueden facilitarnos esta labor. Para llevar a cabo esto las autoras nos animan a materializar la historia, a enseñarla ayudándonos de objetos, materiales, situaciones, e incluso profesionales, poniendo en práctica el principio didáctico de “hands on, minds on, hearts on” con el fin de implementar una metodología que llegue más fácilmente al alumnado y le haga recorrer el camino histórico sin perder nunca el interés por lo que está estudiando y además, aprendiendo de una manera lúdica sin necesidad de recurrir al antiguo y conocido sistema de enseñanza de hechos y datos históricos, de fechas y lugares.

Para ello muestra toda una galería de actividades que van desde cocinar y probar platos de diferentes épocas, a utilizar y confeccionar vestidos y trajes, pasando por la construcción de herramientas o pequeños edificios, sin olvidar la posibilidad de recrear un pequeño yacimiento o investigar la aparición de un cuerpo con el fin de establecer un estudio sobre las pesquisas que nos hagan identificar la época en la que pudo vivir esa persona.

Todas estas actividades requieren un esfuerzo extra por parte de los alumnos y una implicación especial del profesorado, pero bajo mi punto de vista son una muy interesante forma de hacer llegar la historia a las aulas y fomentar la capacidad investigadora y crítica a los/as chicos/as. Utilizar la arqueología como elemento vehiculador de enseñanza me ha parecido interesante y necesario, una manera diferente de aglutinar distintas materias que harían que los alumnos pudieran contextualizar con más facilidad no sólo la historia, sino también los cambios sociales, y que abre una ventana al futuro, ya que podríamos establecer conclusiones sobre, una vez conocida la evolución de lo ocurrido, considerar qué creemos que puede acontecernos.

No obstante, he de decir que a medida que iba leyendo el artículo y crecía mi interés, también aumentaba mi sensación sobre la necesidad de cambiar en profundidad la concepción actual que tenemos sobre la educación.

El artículo refleja esta situación en las conclusiones, ya que expone los problemas que podremos tener al aplicar estas técnicas, además de otros hándicaps como el presupuesto o los materiales, así como la distracción que puede suponer el carácter lúdico del estilo de enseñanza, pero personalmente considero más problemático el hecho de que no tengamos unas didácticas proactivas que se basen en el aprendizaje sensorial, que lleven aplicadas técnicas como las que describe este artículo,(“hands on,minds on,hearts on”), y que se preocupen sobre cuál es la fórmula más apropiada para la enseñanza y comprensión de determinadas materias.

Alumna: Mª Araceli Peinado Bermejo, 2A Primaria.

Bibliografía: Gómez, G. C., & Torruella, M. F. (2014). Arqueología, vivencia y comprensión del pasado. Iber: Didáctica de las ciencias sociales, geografía e historia, (78), 15-25.

viernes, 12 de abril de 2013

Reflexión sobre el Libro "inteligencia Emocional" de Daniel Goleman


Daniel Goleman, 1996. Inteligencia Emocional. Colección Ensayo. Editorial Kairós.

Según Goleman, es evidente que en la sociedad actual existe una creciente pérdida de control sobre las emociones que tienen lugar en nuestras vidas y en las de quienes nos rodean.

A diario, los periódicos nos bombardean con noticias que hablan del aumento de la inseguridad y de la degradación de la vida ciudadana, fruto de una irrupción descontrolada de los impulsos.

La inteligencia emocional ha pasado a ser de gran importancia en una época en la que el egoísmo, la mezquindad y la violencia parecen socavar la bondad de nuestra vida colectiva. Esta inteligencia constituye el vínculo entre los sentimientos, el carácter y los impulsos morales.

El libro de Goleman pretende dar a conocer las visiones científicas sobre la emoción, comprender el significado de dotar de inteligencia a la emoción, de tomar conciencia del dominio de los sentimientos. En la actualidad dejamos al azar la educación emocional de nuestros hijos con consecuencias más que desastrosas; y una posible solución puede ser concebir una nueva visión sobre el papel que debe desempeñar la escuela en la educación integral del estudiante, reconciliando en las aulas la mente y el corazón. Algún día, la educación incluirá en su programa de estudios habilidades como el autoconocimiento, el autocontrol, la empatía o el arte de escuchar, resolver conflictos y colaborar con los demás.

La enseñanza de Sócrates, "conócete a ti mismo", es la piedra angular de la inteligencia emocional. Y según Goleman, la conciencia de uno mismo es la atención continua a los propios estados internos, y constituye una actividad neutra que mantiene la atención aun en medio de la más tremenda agitación emocional.

Por tanto, para Goleman es fundamental conocernos a nosotros mismos, saber que sentimos en cada momento y saber expresarlo, saber hablar de ello. Y así seremos capaces de conectar con los que nos rodean, identificar lo que sienten y saber escucharles.
Por eso es fundamental educar en las emociones. La infancia es la etapa más importante puesto que es la base de la educación integral de una persona; y por ello es fundamental educar en sentimientos, puesto que es un aspecto que forma parte de nuestra inteligencia emocional y por tanto de nuestra psique.

Gema García Soto